Los ciudadanos de San Ignacio se sienten mortificados porque desde el 2011 soportan un mal servicio de agua potable; manifiestan que todos los meses miles de usuarios se quedan sin el recurso hídrico durante varios días, a pesar que se ha ejecutado un proyecto que ya suma más de 19 millones de soles. También sufren reiteradas interrupciones de la luz eléctrica.
Observan que el proyecto de agua potable “Botijas”, culminado en 2011 mediante administración directa por parte del municipio (durante el gobierno de Carlos Martínez Solano), fue mal ejecutado. Pues mes a mes deja a los usuarios sin el recurso hídrico debido a la ruptura de tubería en la línea matriz.
Detallan que la obra comenzó en 2010 con una inversión de 13 millones 400 mil soles, financiados por instituciones públicas y cooperantes. En 2011 se hicieron las primeras pruebas y detectaron que el proyecto tenía deficiencias, por lo que el municipio invirtió 6 millones de soles adicionales; no obstante las fallas siguen, principalmente en la línea de conducción que comprende unos 21 kilómetros de tubería.
Las autoridades municipales, la empresa prestadora de servicios – EPS Marañón (administradora del proyecto) y el ministerio de Vivienda, anunciaron que hasta diciembre de 2019 intentarían firmar una adenda para financiar una variante y cambiar parte de la tubería hacia otro lugar más seguro, pero no lo han concretado.
Algunos entendidos consideran que para la solución del problema se necesita un nuevo proyecto que puede llegar a costar cerca de 20 millones de soles.
Con relación al servicio eléctrico, indican que los apagones han aumentado desde hace dos meses. Según los usuarios, se presentan hasta tres interrupciones diarias, que también perjudican a los electrodomésticos.