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Obispo invita a ser solidarios para planta de oxígeno de chota

El obispo de la prelatura de Chota y Cutervo, monseñor Fortunato Pablo Urcey, saludó la cruzada que inició hoy con una teletón e irá hasta el 30 de agosto con la finalidad de recolectar dinero para la adquisición e instalación de una planta de oxígeno medicinal en Chota. Saludó que en las diócesis, parroquias y prelaturas se multipliquen estas actividades para ayudar a los pacientes con COVID-19.

Consideró importante el desprendimiento de las personas que tienen más recursos económicos en favor de esta campaña. Recordó la parábola de “La viuda de las dos monedas”, historia en la que una viuda entrega dos monedas pequeñas, mientras los ricos dan mucho más; Jesús explica a sus discípulos que los pequeños sacrificios del pobre valen más para Dios, que el dinero sobrante de los ricos.

«Jesús observó a una pobre viuda que dejó más que todos, solo con dos monedas de dinero. Hemos de ser solidarios; no solo en estas campañas, sino con las familias pobres que no les ha llegado los bonos del Gobierno. Quizás esta sea una oportunidad para acércanos más a Dios. Como decía San Agustín: solo sé una cosa. Cuando estoy con Dios me va bien, y cuando me alejo de él soy un desastre», manifestó.

También subrayó que estamos aprendiendo a ser solidarios y respetuosos de las ordenanzas, aunque nos está costando mucho. Observó que nos costó entender que la cosa iba en serio, que hemos querido salir muy pronto cuando todavía estanos en una meseta gigantesca.

«En este tiempo que permaneceos más horas en la casa debemos reforzar los vínculos familiares que muchas veces hemos dejado en el olvido, ya sea por el trabajo del varón o la mujer. En estos días hemos de aprovechar para dialogar en familia, orientarles a los pequeños en sus tareas, interiorizar y pensar en nuestra debilidad porque nos creíamos casi superhombres. Es preciso buscar amparo y buscar fuerzas en Dios», comentó el obispo.

Finalmente manifestó: «Queremos salir, sobre todo los niños. Ellos quieren jugar, compartir con sus compañeros, comprar un helado y compartir con los abuelitos. Pienso que vamos a salir, pero tenemos que respetar las disposiciones: el buen uso de la mascarilla, el distanciamiento, el lavado de manos y dejar las prácticas que no ayudan a salir de esta situación. Paciencia ante esta pandemia, resignación, colaboración con los protocolos, encontrar un tiempo para comunicarnos con Dios y cultivar las devociones a nuestra madre la Virgen María».