
Con el Miércoles de Ceniza, la Iglesia comienza la Cuaresma, tiempo litúrgico de conversión centrado en los pilares espirituales de la oración, el ayuno y la limosna. En Chota, la eucaristía central estará presidida por monseñor Víctor Emiliano Villegas Suclupe, obispo de la Prelatura, a las 7 de la noche, en la Catedral; lo propio hará cada parroquia en su respectiva jurisdicción.
“La ceniza nos hace recordar que polvo somos y en polvo nos convertiremos. Muchas veces olvidamos lo que somos; no nos damos cuenta de que somos aves de paso, que hoy estamos y mañana ya no. Nosotros somos criaturas hechas del polvo, y con ese soplo divino tenemos vida; no nos olvidemos de lo que somos”, reflexiona el obispo.
Acerca de la Cuaresma, monseñor Víctor Emiliano enfatiza que es un tiempo de reconciliación, de resanar, de acercarnos unos a otros. En esa línea, invitó a abrir nuestro corazón y confesarnos para obtener el perdón del Señor y sentir que nuestros pecados no son más que la misericordia de Dios; más aún en el Año Jubilar, tiempo de gracia para ganar la indulgencia plenaria, por lo que no debemos desperdiciar las oportunidades que Dios nos brinda para acercarnos a él.
“Comenzamos un tiempo grande en la Iglesia, un tiempo especial. La Cuaresma nos hace recordar esos 40 días y 40 noches de Jesús en el desierto, donde fue tentado. Nos hace reflexionar que puede haber un desierto en medio de mucho verdor, con el agua al costado; nos hace mirar a nuestro interior, que muchas veces puede ser un desierto. Miremos a Jesús que se pone al frente, lucha, y sabe responder con la Palabra de Dios”, enfatiza el obispo.