Después de un histórico acuerdo político y más de 2 meses de protestas en las calles, los chilenos decidirán si cambian su constitución el 26 de abril de 2020. El presidente Sebastián Piñera promulgó el 23 de diciembre, la ley que habilita a convocar un plebiscito para decidir cambiar la carta magna, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Como se sabe, los manifestantes culpan a la actual Constitución de ser el origen de las grandes desigualdades del país, ya que le concedió al Estado un rol secundario en la provisión de recursos básicos como la salud, la educación o las pensiones, lo que favoreció su privatización.
Sobre el referéndum, el mandatario chileno comentó: “Esta reforma abre las puertas y define un camino para lograr un gran acuerdo Constitucional”, que “no es una vara mágica que resuelve todos los problemas”.
Las protestas en el país del sur comenzaron el pasado 17 de octubre por la cuarta subida del precio del metro en pocos meses pero escalaron rápidamente hasta denunciar la desigualdad social y exigir un cambio constitucional. Decenas de personas han muerto en las manifestaciones contra el Gobierno, entre ellas cinco de las que el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) ha acusado a las fuerzas de seguridad.
