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La parroquia Santa Mónica celebra el mes agustiniano

La parroquia Santa Mónica de Chota es liderada por los religiosos agustinos recoletos, quienes tradicionalmente tienen a agosto como el «mes agustiniano». El párroco Gerardo Rimarachín Rodrigo comenta que este mes es importante por las fiestas de san Agustín, que se celebra el 28 de agosto; Santa Mónica, el 27 de agosto; san Ezequiel Moreno, el 19 de agosto; entre otros.

«Significa recordar a aquellos quienes empezaron toda nuestra historia», comentó el religioso.

Resaltó que santa Mónica fue una católica ferviente que dedicó toda su vida a la conversión de su hijo al cristianismo. «Ella es un gran modelo de perseverancia y un ejemplo de que nunca debemos tirar la toalla», expresó fray Gerardo.

También comentó sobre la labor evangelizadora y milagros de san Ezequiel Moreno, quien es considerado como el especial intercesor ante Dios por los enfermos del cáncer y uno de los más grandes apóstoles de la Evangelización de América.

En cuanto a san Agustín, aquel hombre que buscó apasionadamente la verdad, fray Rimarachín Rodrigo comentó que su figura es muy interesante para la Iglesia Católica por su gran aporte teológico a la doctrina.

Fiesta patronal

La fiesta patronal en honor a Santa Mónica comenzará con el novenario, el viernes 18 de agosto. Los días centrales serán el 26, 27 y 28 del mismo mes.

Durante esos días, las familias del campo y la ciudad participarán, de manera más activa, en las celebraciones eucarísticas; así como eventos culturales y sociales.

«El sábado 26, tendremos la cuyada, que ya es tradicional en la parroquia. Ese día también habrá actividades deportivas, juegos recreativos y música para todos», mencionó el sacerdote.

El 27 de agosto, Solemnidad de santa Mónica; y el 28, Solemnidad de san Agustín. También habrá celebraciones eucarísticas, procesión y compartir con las familias de la parroquia.

El párroco invitó a la feligresía a celebrar la fiesta patronal, una manera de avivar la fe, sentirse comunidad y pueblo de Dios que camina juntos, con la mirada puesta en Jesucristo.