El ministro del Interior, Carlos Morán, 15 de febrero, anunció el retiro de los agentes policiales que servían de seguridad a los parlamentarios. Con esta medida, cerca de 400 policías, serán reasignados a otras funciones, especialmente para seguridad ciudadana.
Esta disposición ha generado opiniones en favor y en contra. Como se sabe, los comprendidos en tener resguardo son: el presidente del Congreso; los tres vicepresidentes del Congreso, los 126 congresistas restantes y los Parlamentarios Andinos.
Parlamentarios electos José Luis Ancalle, Edgar Alarcón e Hipólito Chaiña consideraron que es una buena iniciativa, pero que debería aplicarse no solo con los congresistas, sino también con altos funcionarios de instituciones y ministerios; así como con el propio presidente de la República, Martín Vizcarra.
«Todos somos ciudadanos, merecemos el mismo trato. Nosotros no tenemos problemas (reducción de seguridad), se supone que postulamos para servir al país», aseveró Chaiña.
Por su parte, el ex oficial mayor del Congreso José Elice, manifestó que el resguardo policial de los parlamentarios es una práctica que debe desaparecer; no obstante, afirmó que el modo en que lo planteó el ministro del Interior, Carlos Morán Soto, no fue la forma adecuada.
“Yo estoy de acuerdo con el retiro de la seguridad —era ua de nuestras propuestas— salvo para el presidente del Congreso, ¿no? Pero la forma como se ha hecho no es correcta. ¿Por qué? Porque la Constitución establece que el Gobierno tiene que poner a disposición del Congreso al personal de las Fuerzas Armadas y de la Policía que este requiere”, acotó Elice, refiriendo al artículo 98 de la Carta Magna.
