El Prior provincial de Santo Tomás de Villanueva de la Orden de Agustinos Recoletos, fray Miguel Ángel Hernández, se dirigió a los miembros de la Fraternidad Seglar Agustino Recoleto (FSAR) de la Provincia, por celebrarse la fiesta de su patrona.
Fray Miguel Ángel exhortó a los fraternos a escuchar la voz de Dios que los llama para servir en la Orden: “Responder a la llamada que Dios nos hizo un día para vivir la espiritualidad de los agustinos recoletos como seglares nunca puede resultar ni una carga, ni un peso; todo lo contrario: es una bendición haber sido llamados a una vida de santidad en el seno de una familia que camina entre las vicisitudes de este mundo y experimenta a diario la fuerza en su fragilidad”.
Asimismo, recordó a todos los que han pasado por las diferentes Fraternidades y les dijo que se les recuerda como miembros de la familia agustiniana que han vivido la interioridad, la comunidad y la misión: “Os quiero recordar que en nuestro «álbum de familia» como agustinos recoletos, en el que estamos incluidos con pleno derecho, podríamos mostrar a nuestros amigos y familiares fotos de muchos hermanos que entregaron su vida por amor a Dios y al prójimo, y que, en distintas épocas, han vivido los mismos ideales de vida agustiniana”.
Del mismo modo, les exhortó a mirar el ejemplo de Magdalena de Nagasaki “que nos conmueve y emociona: con su juventud, es ejemplo de valentía, fortaleza, entrega a los demás y amor a la Iglesia y a la Orden” e invitó a seguir su ejemplo: “Nos quejamos de los tiempos difíciles que nos toca vivir; pero tiempos difíciles fueron los de Magdalena, cuando ser cristiano significaba literalmente jugarse la vida, vivir oculto en los bosques de la región, pasar las veinticuatro horas del día con el miedo a ser descubierto, soportar fríos, penuria, incomodidad, persecución”.
Además, el Prior provincial resaltó la protección y el patronazgo que ejerce Santa Magdalena de Nagasaki para la Fraternidad Seglar, los catequistas agustinos recoletos,
Y por último, expresó que “Magdalena de Nagasaki es para la Orden un soplo fresco del Espíritu, que no debemos obstaculizar ni sofocar; es llama incandescente que no podemos dejar que se apague; es pasión y fuerza arrolladora que se llevan por delante nuestros miedos, vergüenzas y titubeos; es fortaleza en estado puro; es coraje, intrepidez y determinación”, manifestó´.