«Casi no tenía nada durante mi infancia y ahora puedo tener casi todo. Así que pienso en el futuro.
No voy a comprar muchos autos de lujo. Invertí en bienes raíces y otras cosas para el futuro. Mi madre, mi padre, mi tío, mi abuela, ya le di a cada uno su propia casa. A algunos de mis tíos les regalé un auto, a mi mamá le gustan las motos y le compré una. Mi hermana tiene tres hijos y les ayudo en su educación y salud.
Mis amigos de la infancia trabajan ahora en los supermercados, otros en el campo y cuando puedo trato de ayudarlos. Muchos amigos de mi infancia están en la cárcel. Yo tenía todo y viví en un ambiente como para ser un criminal, pero afortunadamente tuve a mi tío que me aconsejaba, tenía a Fidel, un entrenador que era policía, diciéndome que tenía talento. El fútbol me llevó por el camino correcto».