Nicolás Vigo | La Cinta Costera de Panamá recibió a 250 mil peregrinos llegados de más de 140 países del mundo.
Francisco se mostró sonriente y entusiasta con los jóvenes, a quienes ha retado a ser “maestros y artesanos de la cultura del encuentro”. Y citando al Papa Benedicto XVI, manifestó: “Todos somos GCU (gente como uno)». El amor verdadero no anula las legítimas diferencias. Esto lo dijo Benedicto XVI”, expresó el Papa y pidió aplausos para el Papa emérito, quien estaba viendo el encuentro por la televisión.
Los jóvenes ofrecieron al Papa un concierto de música, ritmo y color. Sobre ello dijo: “¡Qué bueno volver a encontrarnos y hacerlo en esta tierra que nos recibe con tanto color y calor!”. El programa de acogida y bienvenida incluyó cantos en varios idiomas, bailes caribeños y un desfile de banderas de los países del mundo.
El Papa reconoció el esfuerzo hecho por muchos peregrinos para llegar a la JMJ: “Conozco el esfuerzo, el sacrifico que realizaron para poder estar en esta Jornada. Muchos días de esfuerzo y dedicación, encuentros de reflexión y oración hacen que el camino sea en gran medida recompensa”, indicó.
Y, sobre el encuentro el Santo Padre expresó: “Ustedes nos enseñan que encontrarse no es mimetizarse, ni pensar todos lo mismo o vivir todos iguales haciendo y repitiendo las mismas cosas, escuchando la misma música o llevando la misma camiseta de futbol”.
Finalmente, el Papa agradeció a los organizadores de la JMJ y a “Mons. Ulloa y a todo su equipo por ayudar a que todo Panamá hoy sea no solamente un canal, que une mares, sino también el canal donde el sueño de Dios siga encontrando cauces para crecer y multiplicarse e irradiarse en todos los rincones de la tierra”. Después dio la bendición y se despidió.
Terminado el Encuentro en el Campo de Santa María la Antigua se ofreció un concierto de cantantes católicos para los jóvenes de la Jornada Mundial de la Juventud.