En el marco de las actividades centrales por 75 años de la llegada de los agustinos recoletos a Chota; el obispo de la diócesis de Chachapoyas, monseñor Emiliano Cisneros, resaltó que los religiosos de la referida orden han sido y siguen siendo autores en la historia de ‘La tierra de Akunta’ desde el año 1945. Manifestó que hay un amor compartido entre la orden y este pueblo.
Previo a su ponencia “La llegada de los Agustinos Recoletos a Chota. El hecho histórico”, monseñor Cisneros recordó que él llegó a Chota cuando tenía 23 años de edad. Rememoró que en aquel entonces los pueblos eran muy pequeños y la gente se transportaba en acémilas; observó que ahora hay mucho desorden y obstáculos en el tránsito.
El obispo de la Prelatura expresó que el los agustinos recoletos y este pueblo tienen un amor compartido; es decir los sacerdotes aman a Chota y ésta tierra también les ama. Agregó que los agustinos recoletos se adaptaron a la realidad de Chota de aquellos años y lo siguen haciendo hasta ahora.
Durante su ponencia comentó que cuando se hicieron cargo de la jurisdicción de Chota la parroquia comprendía los distritos de Chota, Paccha, Chalamarca, Chadín y Choropampa.
«El trabajo era evangelizar y acudir a las escuelas para brindar a los niños el curso de catecismo, primeras comuniones y confesiones. La actividad principal era la frecuente atención al culto. Igualmente la revitalización de las hermandades y cofradías de entonces», apuntó.
Acotó que con el paso del tiempo había que ocuparse de las capillas que se multiplicaron después de la recuperación de la virgen de Chota, en 1954. Resaltó que la recuperación de la imagen marcó un hito en la vida de la parroquia.
«Los cursillos de iniciación cristiana fueron fundamentales para el crecimiento de la fe. Nos servía para ver quiénes podrían ser los que ayuden en el fomento de la evangelización. Estos cursos comenzaron a partir del segundo recorrido de la imagen a las comunidades, en la década del 70», expresó el Obispo.
Asimismo recordó que la década del 60 estuvo marcada por tres acontecimientos importantes para Chota: La llegada de las esclavas del Sagrado Corazón, cuando se celebraba el centenario del colegio San Juan, después de un llamado del Papa para que los religiosos acudan a las periferias; después está la creación de la Prelatura, en un momento de explosión demográfica. Todo esto promovido por la celebración del Concilio Vaticano II, que formaba los religiosos con aires nuevos para el trabajo evangelizador.
«La presencia importante en el campo educativo; el trabajo de publicaciones del Sembrador a partir de 1968, el boletín de la Prelatura (Abriendo Surcos); la cooperativa Todos los Santos, que fue otra obra interesante en el aspecto social; Radio Santa Mónica, que fue echando sus primeras semillas en esas épocas; la Catedral, fruto del esfuerzo del padre Gregorio y el padre José Arana, que hicieron que la Iglesia quede remodelada; la casa parroquial; la casa del seminario; la Escuela Normal y cerca de un centenar de capillas rurales promovidas por los religiosos y construidas por las comunidades; son sólo algunas de las iniciativas en favor del pueblo de Chota en las primeras décadas de los Agustinos Recoletos en esta provincia», finalizó Monseñor Emiliano Cisneros Martínez.
El padre Ángel Herrán resaltó las obras sociales
El padre Ángel Herrán Palacios rescató en su ponencia las obras sociales y los cambios que han provocado los agustinos recoletos en Chota. Entre las obras mencionó la planta de tratamiento de agua potable de Chota, el coliseo Haren Alde, la infraestructura del pedagógico, coliseo Sagrado Corazón de Jesús, el local de la sede de la DISA, donación de terrenos para la Universidad Nacional Autónoma de Chota; también obras de agua y saneamiento, cocinas mejoradas y letrinas en muchas comunidades rurales.
“Los agustinos recoletos y los fieles chotanos nos hemos fundido en un abrazo, Dios quiera, para siempre”, manifestó.
Prolongadas salidas a los campos en acémilas
El padre Julián Montenegro manifestó que Chota es la tierra de sus amores y siempre es una dicha volver a ella. Precisó que él llegó a esta ciudad hace 25 años y trabajar aquí le fue muy grato, sobre todo las prolongadas salidas a los campos hasta el Marañón; también recordó su participación como deportista.
El sacerdote agustino recoleto además lamentó que las calles de Chota sigan bombardeadas; es decir, en pésimo estado.