REFERENCIAS:

Los cinco Obispos Agustinos Recoletos

Monseñor Florentino Armas Lerena. Fue el primer prelado. A él le toco organizar la curia prelaticia. Con su empreño y diligencia construyó la casa episcopal que, durante varias décadas, fue también seminario diocesano. De su celo apostólico son expresión las visitas pastorales que le llevaron hasta los últimos rincones de la jurisdicción, y la promoción y animación del apostolado de la oración. Con él llegan dos comunidades religiosas femeninas. En 1967 es promovido a la dignidad episcopal siendo ordenado por el cardenal Juan Landázuri. Falleció en Lima en 1979. Sus restos descansan ahora en la Catedral de Chota.

Monseñor José Arana Berruete. Fue nombrado administrador apostólico en 1976 y ordenado obispo en Chota, en 1979, por el nuncio apostólico Mario  Tagliaferri. Con él toma cuerpo la formación de aspirantes al sacerdocio y se afianza el programa de formación de catequistas. Bajo su pastoreo son ordenados los doce primeros sacerdotes diocesanos que pronto asumirán la responsabilidad pastoral en varias parroquias. Falleció en Lima en 1992 sus restos descansan en la Catedral de Chota. Quiso quedarse con su pueblo.

Monseñor Emiliano Antonio Cisneros Martínez. Fue ordenado Obispo por san Juan Pablo II, en la basílica Vaticana el 6 de enero de 1994. Asume el gobierno de la prelatura en febrero del mismo año y permanece en el cargo hasta mayo de 2002. En estos años se de nuevo impulso al plan pastoral de renovación diocesana, se construye un nuevo seminario y se ordenan once sacerdotes. Se inicia la primera fundación de contemplativas (Clarisas) y se abre nuevas casas de religiosas en Tacabamba y La Ramada. Entre 2000 y 2002 atiende también la diócesis de Chachapoyas como administrador apostólico.

Monseñor José Carmelo Martínez Lázaro. Fue nombrado Obispo prelado en 2002, ordenado en Chota por su antecesor. Entre 1992 y 1994 se había desempeñado como administrador apostólico, tras el fallecimiento de monseñor José Arana. En este periodo llegan  las misioneras Agustinas Recoletas a Cochabamba. Durante su breve pontificado en Chota se consolidan los proyectos que venían floreciendo: vocaciones, nuevos sacerdotes, catequistas, Cáritas diocesana, nuevos movimientos. Desde 2004 pastorea la diócesis vecina de Cajamarca.

Monseñor Fortunato Pablo Urcey. Sucede al Obispo José Carmelo Martínez, en diciembre de 2005, tras un año de administración diocesana del padre Fernando Vásquez Idrogo. Fue ordenado en Chota por Monseñor Emiliano Antonio Cisneros. Con él se refuerzan todos los campos de la actividad pastoral, educativa y de promoción social en la prelatura, y se amplia la presencia de comunidades religiosas. El florecimiento vocacional y el aumento del número de sacerdotes le permiten reforzar firmemente los equipos sacerdotales de todas las parroquias y prestar la colaboración de algunos de ellos a otras jurisdicciones.

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